Hay que tener valor,
hay que ser valiente, para decidir que nada ni nadie te importa y seguir ahí.
Pero también hay que
serlo para aceptar que no eres interesante para nadie, a menudo nos hacemos los
sordos, nos inventamos mil excusas para permanecer cerca de esa persona que no
nos aporta nada, justificamos lo injustificable para que no nos aleje de su
órbita.
Y esto es perfecto
cuando no se espera nada de ella, cuándo se tienen claros los objetivos de cada
cual; el problema surge cuando por esperar algo a cambio de nuestras
atenciones, de nuestro tiempo, de nuestro amor, nos frustramos, nos deprimimos,
al no recibir nada. Porque no nos engañemos, el amor desinteresado no existe,
nadie da amor sin esperar nada a cambio; somo egoístas y el simple gesto o
expresión de "yo no espero nada a cambio" lleva implícita la
satisfacción de "mira qué bueno soy que doy sin esperar", tácitamente
esperamos el reconocimiento a nuestra altruista labor.
Damos y esperamos
recibir, sin darnos cuenta que podemos acabar siendo molestos para el otro, que
el acuerdo al que creemos pertenecer lo hemos establecido unilateralmente; y es
que no podemos obligar a nadie a prestarnos atención, afecto, amor, por mucho
que nosotros le demos. Hay que ser valiente, y dejar marchar, aceptar que se
está solo y seguir viviendo; porque de lo contrario podemos salir lastimados,
podemos sufrir innecesariamente.
La frustración
amorosa puede llevarnos a pensamientos negativos sobre nosotros mismo, bien
porque no nos creemos merecedores de amor, bien porque atribuimos a nuestro
cuerpo o a nuestra actitud el rechazo.
Hay que ser valiente
y aceptar que estamos solos, encontrarnos en paz con nosotros mismos,
aceptarnos y amarnos, porque sólo así podremos encontrar a alguien que nos
acepte de verdad, tal como somos.
Una amiga mia me dice que soy fuerte y valiente. Nunca lo he sentido así. Al contrario, me siento débil. Pero últimamente le he dado vuelta a la cabeza con eso y ahora que te he leído lo de arriba sí creo que lo soy. Porque aunque a rastras sigo sonriendo, suelo ser la simpática del grupo en el que esté. El "gentío" cree que soy una vivalavida, que no tengo problemas, que soy totalmente feliz, que estoy como una rosa. Sí, es posible que no sea tan débil al fin y al cabo cuando sigo sacando lo mejor de mi , al menos hacia los demás. Gracias por tus escritos.
ResponderEliminarEres fuerte, estoy segura, sacas lo mejor de tí ante los demás, creo que haces lo correcto; la fibromialgia no debe ser el centro de nuestras vidas, tenemos cosas mucho más importantes, hay que centrarse en vivir, en sentir, en disfrutar, el dolor va a estar ahí siempre, así que vivamos!!!!
EliminarYo siempre pienso que a nadie le importan mis problemas, cómo me encuentro, qué me duele, así que cuando preguntan ¿qué tal estás?, siempre respondo lo mismo, ¿yo?, divina, no me ves?.
No quiero perder más tiempo con la fibro, me duele, sí, claro que me duele, siempre a todas horas, pero no arreglo nada quejándome todo el día, ante todo el mundo.
Me duele, sí, pero estoy viva, y elijo disfrutar.
Cuídate mucho y gracias por leerme.
Besos.