¿Y si quiero gritar,
llorar y desgarrarme la voz, la garganta, el alma? ….. Pero en silencio,
siempre en silencio.
Hay silencios que
dañan, que hieren, que consienten y matan, hay silencios cobardes.
Pero hay silencios
que son gritos atormentados, desolados, exasperados.
Son silencios que
fustigan la mente y el alma de un corazón devastado.
Silencios llenos de
palabras no dichas, de gritos ahogados,
que llenan el aire, que retumban en el pensamiento, en los oídos, en la
garganta, que oprimen los pulmones en una apnea forzada.
Son silencios.
Son, mis silencios.
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