Hay días que me digo, ‘coño, me lo he ganado’, pero al
final no lo hago, porque …no sé, realmente no sé por qué no me atrevo, o no me
lanzo, pero bueno, hoy sí, hoy me he dicho, ‘Maite, que coño, hoy sí que sí’.
Y aquí estoy, feliz y relajada, después de un día
intenso, después de una Navidad intensa, después de unos meses intensos.
Sí que me lo he ganado, sí.
Hace un mes y medio que me pusieron el ácido zolendronico
y desde entonces todo ha sido un caos, mi salud ha sido un completo
despropósito, mi cuerpo ha declarado la anarquía y aquí estoy, aguantando, pero
feliz.
Hace un mes y medio que el maravilloso chute de seis
horas que refuerza mis huesos, me hizo perder el rumbo, y aquí sigo, con un cuerpo
desorientado y a la deriva; 6 semanas con el estómago al revés, el sueño
desordenado y el cuerpo rendido. He perdido 12 kilos, he tenido noches de 2
horas y días eternos. He reído y he llorado, y aquí sigo.
Y hoy sí que sí, porque he perdido la cuenta de los días
malos…3 mal…. 1 bien…4 mal……2 bien…… ya no cuento días malos, no, ahora cuento
los buenos, y los celebro porque son maravillosos me siento llena de vida y
energía, y soy feliz. Pero en los malos también, en los malos también me siento
llena de vida, de energía, y soy feliz, claro que soy feliz, porque pese a
todo, son días de mi vida, y sólo por eso, son increíbles y merecen la pena.
Pero hoy ha sido un gran día, uno de esos en los que nada
ni nadie te puede parar, porque sencillamente estás vivo y rodeado de gente
maravillosa; sí, así ha sido el día de hoy. De manera que ahora, aquí a solas
en mi casa, decido ser feliz y estar bien, y beberme mi copa y brindar por mí,
por mi maltrecho cuerpo, por mi amiga la fibromialgia, y por la vida, por mi
fascinante vida.
Soy feliz.
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